En cualquier sector, la etiqueta de productos debe ajustarse a una serie de normativas internacionales y locales, puesto que estas contienen información importante sobre el artículo. Así mismo, a la hora de diseñarlas también hay que tener en cuenta la estética, ya que intervienen de manera indirecta en la decisión de compra. Pero, ¿qué aspectos son los que debes tener en cuenta en el etiquetado de tu marca?
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¿Qué es el etiquetado y qué tipos de etiqueta de productos hay?
La etiqueta de un producto es el adhesivo que se coloca en aquellos envasados y no envasados, y son una parte importante del proceso de identificación y comercialización, dado que tiene como objetivo proporcionar información relevante y necesaria para el consumidor. Por ejemplo, su nombre, descripción, características, ingredientes, fecha de caducidad, instrucciones de uso, entre otros datos relevantes.
Pero de cara a conocer el papel que juega la etiqueta de productos, hay que diferenciar entre los distintos tipos que hay en función de la finalidad que tengan; en cada uno de ellos, el contenido varía. Así, distinguimos entre los siguientes:
– Etiquetas de marca: identifican el nombre y el logotipo de la marca del producto.
– Etiquetas de información nutricional: incluye el valor nutritivo del producto. En aquellos envasados, es obligatoria de acuerdo con el Reglamento UE 1169/2011 de 16 de diciembre de 2016. Otra similar es la de los ingredientes, que también es obligatoria.
– Etiquetas de advertencia: informan de posibles riesgos asociados con el uso del producto.
– Etiquetas de seguridad: con las medidas de seguridad necesarias para el manejo del producto.
– Etiquetas de certificación o grado: indican que el producto ha sido certificado por una organización o entidad que garantiza su calidad y seguridad.
– Etiquetas de promoción: promocionan una oferta especial o descuento con diseños llamativos.
Aspectos a tener en cuenta en la elaboración de la etiqueta de productos
Al existir diferentes etiquetas comerciales de productos y cada una de ellas tener un contenido y una finalidad en particular, hay que valorar una serie de factores cuando se procede con el diseño de las mismas.
Adaptabilidad al producto
El envase puede ser estándar o tener un diseño exclusivo para una marca, pero siempre irá adaptado al contenido. Lo mismo sucede con la etiqueta de un producto, que debe tener unas características determinadas.
Además de facilitar la lectura de la información, deben ser resistentes para soportar todo el proceso de manipulación, lo que implica elegir correctamente el material del adhesivo y el tipo de pegamento para la fijación. Los materiales del etiquetado pueden ser el polipropileno, el poliéster, el polietileno, etc., y en cuanto al pegamento, se suele apostar por los adhesivos de caucho termofusibles, los hot melt y de curado UV, acrílicos formulados a base de agua, etc.
Legibilidad
Hemos mencionado que existen normativas obligatorias en lo que respecta al etiquetado. Por lo tanto, la información que se incluya debe ser legible en todo momento, y no solo cuando los productos salen de fábrica. Pero la legibilidad abarca a su vez distintos factores. El primero es que los consumidores no dedicarán más allá de tres segundos en observar la etiqueta; si no es clara, es muy probable que se decanten por una alternativa.
En segundo lugar, hay que adaptar también la tipografía y el tamaño de las letras al perfil de cliente al que van destinados, así como a la finalidad. Cuanto más simple y claro sea la información, más eficaz será.
Colores y textura
Aunque la finalidad del etiquetado no sea siempre la de resultar llamativo y en muchos casos la calidad y resistencia sean lo más importante, la estética no se puede pasar por alto. Más del 90% de los consumidores considera que la etiqueta de un producto influye en su decisión de compra, por lo que los detalles son relevantes.
El color elegido debe ser el adecuado para el producto en sí; según la psicología del color, cada uno tiene el poder de transmitirnos sensaciones. Por ejemplo, el azul transmite confianza; el verde evoca naturaleza y el negro, lujo o sobriedad. En cuanto a la textura, aquí incluimos tanto el aspecto, como puede ser un acabado brillante o un aspecto antiguo, como la propia tecnología empleada por los proveedores de etiquetas adhesivas, que pueden usar materiales reciclados o ecológicos, entre otros.
Forma
Si bien existen formas y tamaños que son estándar para el etiquetado de un producto, siempre hay que valorar de manera específica las que tiene el artículo en cuestión. No solo debe ajustarse bien a la superficie, sino que debe tener espacio suficiente para que quepa toda la información relevante. El diseño atractivo necesita equilibrar el atractivo visual con la practicidad para el contenido.
Coherencia con la marca
La apariencia de la etiqueta también transmite información sobre la marca, y es por eso que se deben aplicar todos los factores anteriores, para que la imagen que se dé de un producto sea la correcta y en concordancia con los valores de la empresa y lo que se desee transmitir.
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