Conocer qué es el tiempo de curado de un adhesivo y sus tipos es fundamental para dotar a este de las mejores características y acabados. En este artículo te contamos todo lo que debes saber al respecto.
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¿Qué es el curado de un adhesivo?
El curado hace referencia al proceso que implica el endurecimiento y la cristalización de un adhesivo y mediante el cual, este consigue todas las propiedades definitivas para la unión con los sustratos. Dicha unión es la que le da al adhesivo la resistencia final, duradera y con la fortaleza necesaria.
Cuando este proceso no se lleva a cabo correctamente, la unión del adhesivo con los sustratos se ve afectada y, con ello, su resistencia. La consecuencia directa es un adhesivo defectuoso con un acabado de gran debilidad.
Con esto dicho, si nos preguntamos qué es el tiempo de curado de un adhesivo podemos decir que es ese intervalo decisivo que le permite a este adquirir todas sus propiedades y su fin en sí mismo. Pero si se quiere realizar correctamente, hay que tener en cuenta que existen diferentes metodologías, así como una serie de aspectos determinantes para el acabado.
Variables que afectan al curado de un adhesivo
Para poder elegir entre los tipos de curado que veremos a continuación, hay que fijarse en estos aspectos de los polímeros y los adhesivos.
Composición del adhesivo
Cada adhesivo tiene su propia composición. Aquellos con un contenido de agua bajo o con uno elevado en sólidos, presentan un tiempo de curado más rápido que los que presentan las características contrarias.
Grosor de la capa adhesiva
Este punto tiene bastante lógica, y es que a mayor grosor de la capa del adhesivo, más tiempo de curado va a necesitar.
Materiales del sustrato
Si el sustrato es de celda cerrada, necesitará más tiempo de curado porque las uniones requieren más tiempo. Si es de celda abierta, dichas uniones se forman con mayor rapidez.
Humedad
Cuando hay una humedad elevada, la evaporación del agua y de los elementos líquidos se ve dificultada y, por tanto, va más lenta.
Temperatura
Por último, la temperatura también repercute directamente en la evaporación del agua y sus componentes líquidos, por lo que en determinados adhesivos, puede acelerar el tiempo de curado.
Tipos de curado de los adhesivos
Temperatura ambiente
Algunos adhesivos no requieren de ningún proceso específico de curado, sino que pueden hacerlo en condiciones ambientales normales. Es el caso de los bicomponentes, que llevan una capa de resina y endurecedor, cuya unión da lugar a un enlace químico en pocos minutos. Entre uno y tres días después se alcanza la fuerza final.
Anaeróbico
Este tipo de adhesivos curan en pocos minutos cuando no hay oxígeno y en la reacción con iones metálicos sobre la superficie de un metal. Logran un buen sellado, pero no suelen funcionar bien con los sustratos flexibles. Además, al ser termoestables, resisten bien al calor, el aceite, la humedad o los solventes. Si se desea aumentar el procesamiento de la unión, se pueden usar una luz adicional o activadores.
Por aplicación de calor
Los adhesivos que siguen este proceso necesitan temperaturas muy elevadas (entre 60º y 200º) y durante un tiempo en concreto y son aquellos que unen plásticos cuyo punto de reblandecimiento está por encima de la temperatura de calor que se aplique. Son, por tanto, duros y con buena resistencia al calor. El sistema empleado para la transmisión de calor puede ser un horno de túnel o de convección de aire y de inducción. Algunos ejemplos de lo que es un adhesivo de calor es el epoxi.
Por humedad
La humedad también se puede emplear para el curado de determinados adhesivos. Lo que es el tiempo de curado de un adhesivo de este tipo va a depender de su geometría y de la humedad ambiental, pero suele ser de unas 72 horas como máximo. Un ejemplo son los adhesivos de silicona, que se emplean en el ámbito doméstico o para el sellado industrial de metales y de vidrio.
Curado UV
Los adhesivos que utilizan este proceso de curado son los que acostumbran a presentar un tiempo menor, que llega a ser de pocos segundos tras exponerse a esta luz, siempre y cuando la longitud de la onda sea la correcta. Es decir, la distancia con la lámpara, para que la intensidad de la radiación sea óptima. Esto implica que uno de los dos sustratos, o ambos, debe ser permeable a dicha longitud. De lo contrario, no se iniciará el proceso de curado.
Un ejemplo de este tipo son los que unen vidrios, carcasas de metal y de plástico o este último cuando es transparente.
Dual
El último tipo de curado es el dual que, como su nombre indica, utiliza dos mecanismos de curado a la vez. Así se consigue que el proceso sea más rápido y de mayor calidad. Existen diferentes combinaciones, pero una de las más habituales es la que mezcla el curado UV con la humedad o el calor. Se suele emplear cuando, por la geometría de la zona de unión, no se puede cubrir toda la superficie, y se requiere de otro método que llegue a las partes menos accesibles.
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