La conciencia por el medioambiente ha ido aumentando en los últimos años y los consumidores demandan a las empresas que adapten sus productos y embalajes a esta mirada ética. Si como marca consideras que ha llegado el momento de mostrar una actitud responsable y comprometida, ¡aquí te contamos cómo conseguir un embalaje ecológico!
Nuestro gran valor diferencial es ser Premium Partners de Henkel, lo que nos otorga unas ventajas competitivas y unos productos únicos, siempre de la mejor calidad.
DATOS INTERESANTES SOBRE LA SITUACIÓN MEDIOAMBIENTAL
Las cifras no son para nada esperanzadoras; así lo revelan las estadísticas de RETEMA, una Revista Técnica de Medio Ambiente. Si bien parece que hay un cierto compromiso por transformar nuestro sistema consumista y de generación constante de deshechos, los datos muestran lo contrario. El consumo de plástico se ha multiplicado por cuatro en los últimos 30 años, y de los millones de toneladas que generamos, cerca de dos tercios son productos con una vida útil inferior a los cinco años. Dentro de estos, un 40% son envases.
Si hablamos del reciclado, solo un 9% forma parte de este proceso. Aunque lo que se recoge para reciclar es realmente un 15% del total, parte de deshecha. El resto, se incinera, acaba en vertederos o, en un 22% de los casos, llega a vertederos no controlados, se quema al aire libre o termina en medios terrestres acuáticos. En mares y océanos hay ya unas 30 Mt y 190 Mt en ríos.
En la actualidad, y ya centrándonos en el embalaje ecológico, se habla de plásticos eco-friendly y de materiales de embalaje biodegradables. No obstante, en la mayoría de estos artículos, no se dan las condiciones medioambientales necesarias para que realmente se produzca esa degradación natural.
¿CÓMO CONSEGUIR UN EMBALAJE ECOLÓGICO?
Esta pregunta supone todo un reto, no solo desde el punto de vista de la investigación, sino también para las empresas que desean apostar por la ética verde. Hoy en día, puesto que resulta complejo transformar de un día para otro la cadena de producción, existen tres vías para acercarse a un embalaje ecológico al 100%.
Apostar directamente por envases ecológicos
Como respuesta a esta mayor concienciación, hoy circulan multitud de términos sobre los tipos de embalajes que hay. Pero no por sonar más verdes suponen realmente una diferencia a nivel medioambiental.
Así, disponemos de los compostables, que requieren de un tratamiento concreto para poder ser ecológicos; los degradables o biodegradables, que, por lo general, terminan convertidos en microplásticos; los reciclables; los reutilizables, y los biodegradables. Si estos últimos no usan petróleo, también implican una gran cantidad de recursos.
En resumen, para que un embalaje ecológico que no sea de plástico tradicional de un solo uso sea eficaz, debe acompañarse de todo un sistema de gestión que permita tratarlos correctamente. De no ser así, se tratará tan solo de green-washing; un concepto muy popular que equivale a un lavado de cara como estrategia de marketing.
Reducir la cantidad de residuos del embalaje ecológico
A veces la solución es mucho más sencilla de lo que pensamos. Como dice el dicho, Menos es más. ¿Por qué no reducir la cantidad de residuos para alcanzar un embalaje ecológico? La sostenibilidad pasa por generar menos residuos, pero no solo los desechos posteriores, sino también los recursos energéticos que se emplean y, por tanto, el volumen de material utilizado para crear el embalaje.
El ejemplo más sencillo de ver, y que algunas empresas ya están adoptado, es la de cambiar un envoltorio completo de plástico por una banda que mantenga fijo el contenido. Otra alternativa es usar papel o cartón procedente de procedencia controlada y sostenible.
Tintas y etiquetas ecológicas o ecoetiquetas
La tercera opción, que es perfectamente compatible con las dos anteriores, es la de elegir tintas y etiquetas ecológicas. También conocidas como ecoetiquetas, eco sticker o stickers ecológicos. Algunos productos, además del adhesivo o como alternativa a este, requieren el uso de tintas, que pueden llegar a ser altamente contaminantes. Ya disponemos de opciones ecológicas, como las bajas en compuestos orgánicos volátiles o VOC, o las tintas de secado rápido con acetona, libres de los anteriores.
En lo que respecta a los adhesivos para el etiquetado, puede emplearse el polipropileno biorientado o BOPP; un material que también es apto para los envases o plásticos de uso médico, entre otros, y que tiene una huella de carbono relativamente baja.
Otra forma de optar por etiquetas adhesivas ecológicas es recurriendo al doble etiquetado o fajado. Consiste en usar una banda de papel de film flexible y adaptable al envase. En ella, es donde se añade toda la información relativa al producto.
No solo se reduce la cantidad de material y se opta por uno menos contaminante, sino que también permite separarlas del embalaje. Con frecuencia se nos olvida que este puede ser de un material diferente a las etiquetas y que su tratamiento tampoco será el mismo.
Si quieres reducir el impacto de tus productos en el medioambiente haciendo uso de etiquetas ecológicas personalizadas, en Gracol trabajamos distintos tipos de etiquetado, entre los que figuran los sostenibles. Apostamos por la eficiencia y la innovación, pero también por buscar alternativas a los adhesivos tradicionales. Para contactar con nosotros, puedes utilizar cualquiera de las vías disponibles o rellenar el formulario del enlace anterior.
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